Un espacio de reflexión para el crecimiento integral de las madres comunitarias
En Sin Fronteras queremos mejorar continuamente la atención de los niños y las niñas en los hogares comunitarios, y para lograrlo creemos que el camino más certero es que madres y padres comunitarios reconozcan su valor y su responsabilidad como líderes de este proceso. Por eso diseñamos el Diplomado “Experiencias Transformadoras para la Primera Infancia” como una estrategia que comienza en la reflexión que moviliza el crecimiento integral de los agentes educativos, madres y padres comunitarios para enriquecer la atención de los niños y las niñas.
“Me siento muy honrada de enriquecer mis conocimientos y poder crecer más a nivel personal como madre, esposa y abuela, y a nivel laboral como esa madre comunitaria idónea para atender a mis pequeños, a sus familias y a todo el entorno comunitario” expresa Alba Lucía Villada Isaza, alumna del Diplomado. Mientras que, Cesar Augusto García, uno de los facilitadores del proceso afirma que “Sin Fronteras ha abierto una increíble posibilidad para que los participantes exploren nuevas formas de hacer uso de sus habilidades y que éstas sean llevadas a la realidad”.
En las 126 horas organizadas en 3 módulos de 7 semanas cada uno, esperamos que los 276 participantes tengan interiorizados conceptos para fortalecer hábitos de vida saludable, estrategias de arte y juego para la promoción de la sana convivencia y herramientas para conectar con la familia desde un ejercicio de corresponsabilidad formativa.
El módulo #1 trata los componentes de la atención integral como una mirada al interior del hogar y busca reflexionar sobre hábitos de vida saludable como la alimentación y la convivencia, para comprenderlos como factores que favorecen el desarrollo personal y los procesos de enseñanza y aprendizaje.
En el módulo #2 los participantes identifican estrategias de juego y arte para facilitar la resolución de conflictos y promover el buen trato. Y en el módulo #3 se reconoce el marco normativo de la atención integral a la primera infancia, reconociendo el trabajo en equipo entre la familia y el hogar comunitario.
Sabemos que cuando formamos también aprendemos y en esta oportunidad hemos aprendido de la entrega y dedicación de las madres comunitarias. “He aprendido mucho de ellas en su sentido de responsabilidad y compromiso frente a sus funciones” afirma el monitor César García, y nos llena de motivación para continuar mejorando la atención desde una metodología fundamentada en el ser, en el saber y en el hacer.